Como es lógico, la democratización del ecommerce, el hecho de que prácticamente cualquiera pueda abrir un negocio en la red, no hace más que hacer prever que la situación pueda empeorar. A esto se une la poca inversión para eludir el engaño, ya que el 90% de los negocios no pueden permitirse invertir más de 5.000 € al año en evitar estos hechos. Ser muy cuidadosos con nuestros datos y elegir formas de pago lo más seguras posibles será pues determinante.
¿Cómo se produce el fraude? Éstas son las cinco maneras más habituales en España:
1. El triángulo vicioso. Compras un producto en una tienda online que -tú aún no lo sabes- opera de manera fraudulenta. Esta tienda no tiene en realidad productos, y previamente ha recopilado ilegalmente numeración de tarjetas robadas. Lo que hace la tienda es usar una de estas numeraciones de tarjetas ilegales para comprar el mismo producto que has pedido a una tienda legal. Tú recibes el producto, no sabes que has sido víctima de una estafa, y cuando se destapa el entuerto, a ojos de la tienda legal -que descubre muchas veces tarde el engaño-, el estafador serías tú.
2. El fraude de afiliación. De nuevo eres un inocente comprador, en este caso padeces la avalancha de campañas de productos a un descuento muy bueno, imitando a los programas de afiliación más conocidos, pero el programa de afiliación es falso. Compras, y finalmente no recibes nada. Cuando quieres volver a la web para comprobar el estado de tu pedido, ésta no existe.
3. Phising y pharming. Ambos son métodos de suplantación de identidad. En el primer caso, el phising, puedes estar navegando por internet cuando consiguen engatusarte mediante un correo, invitándote por ejemplo a realizar una operación bancaria en una página que aparentemente tiene la misma apariencia que la de tu banco. El pharming consiste en que no es necesario que como comprador acabes realizando l usuario intentará acceder directamente desde su navegador con la normalidad de siempre, excepto en que la página a la que acceda no será la original.
4. Tiendas online fraudulentas. Intentas comprar un producto a un precio atractivo en una plataforma marketplace conocida, como Amazon, donde otros vendedores ofrecen sus productos. Cuando vas a adquirirlo el vendedor te indica que ya no lo tiene disponible, pero lo que sí hace es indicarte que tiene un producto igual o similar en otro portal. Por desgracia a veces suele ser un portal falso en el que el único método de pago es una transferencia bancaria. Cuando la realizas, el vendedor desaparece sin dejar rastro.
5. Fraude amigo. Eres un vendedor y recibes un nuevo pedido. Todo correcto. Entregas el producto pero a los pocos días recibes la devolución. ¿Qué sucede? Simplemente que nuestro cliente ha declarado su compra al banco como fraudulenta, aunque en realidad fue él quien hizo la compra.
¿Conoces otros tipos de fraude? Estaremos encantados de comentarlos. De momento, y a falta de soluciones mágicas, proteger muy bien los datos personales y utilizar medios de pago seguros como Sequra se imponen como necesidades en este mundo de la venta online tanto para vendedores como para compradores.