Graham Colin Swift, un novelista Británico de mediados del siglo XX, escribió en 1949: “Gran parte de la vida de todos, nos guste o no, es el trabajo que hacemos, y el trabajo forma nuestra personalidad, nos convierte en quienes somos.”
Diseño del puesto de trabajo: Mejorar la productividad.

Favorecer la conciliación, personalizar el puesto de empleo, horarios de trabajo flexibles, en definitiva, adaptar el entorno laboral a las necesidades del trabajador, suma compromiso por parte de las personas para con la empresa. Un puesto de trabajo fuera de lo común mantiene a las personas en una empresa y atrae a los nuevos talentos.
Si sacamos las cuentas, advertiremos que un tercio de nuestra vida transcurre en el trabajo. Más de 2.000 horas al año desempeñando nuestras funciones laborales... Es lógico que si nos encontramos cómodos haciendo nuestras tareas, las probabilidades de aumentar los porcentajes de productividad sean más elevadas. Sentirse satisfecho con lo que hacemos aumenta nuestra productividad un 12%, según un estudio de la Universidad de Warwick en el Reino Unido, en 2014.
El diseño del espacio de trabajo, entonces, tiene un impacto directamente proporcional en nuestro rendimiento y nuestra satisfacción. Ser feliz en el trabajo implica un uso eficaz del tiempo. Por el contrario, el descontento conduce a la falta de concentración mental, algo que conlleva una deficiencia en el rendimiento. |
Soft Seating: El espacio distendido
¿Qué mejor sitio que una terraza con sofás cómodos para desarrollar tranquilamente una aplicación o realizar un brainstorming sobre los próximos KPIs de la empresa?