Aunque vaya tratándose ya de algo habitual, todavía existe en nuestro país todo un mercado que se siente reacio a comprar online. El hecho de tener que dejar un número de tarjeta o el pin de ésta en la red, es algo que frena a muchos posibles clientes, que ven con desconfianza este hecho.
Según el estudio, elaborado entre más de 5.000 usuarios, tener que pagar por adelantado un producto que no han visto y no han probado es otro de los factores que afecta a los consumidores finales a la hora de comprar por internet.
Los datos no dejan lugar a dudas: un 24% dice que compraría más online, mientras el 56% asegura que lo haría mucho más si no tuviera que pagar antes de recibir y comprobar sus pedidos.
En palabras de David Bäckström, fundador y CEO de Sequra, durante la presentación del estudio ante los medios: “En España tenemos poca confianza entre compradores y vendedores. Éste es el motivo por el que se ha frenado el desarrollo del comercio electrónico”.
La misión de Sequra en este contexto es impulsar la compra online, mediante un sistema de pagos que permite a los internautas pagar hasta 7 días después del envío de su pedido. Así es como el usuario puede ver y probar el producto antes de pagar por él, tal y como acostumbra a hacer en una tienda física convencional. La esencia que complementa la facilidad y flexibilidad al comprar online, y que Sequra consigue, es que el comprador se ahorre el incómodo momento de sacar la tarjeta e introducir sus datos bancarios en la plataforma online.
Comprar desde un smartphone o una tableta se convierte así en una tarea mucho más sencilla y capaz de darse en cualquier situación cotidiana, como yendo en metro o en autobús. Si hacemos lo posible por que los internautas compren de una manera más fácil, sin pins ni otros códigos que ralenticen la operación, vemos cómo la posibilidad de que compren aumenta razonablemente, como también se recoge en el propio estudio en base al aumento de la conversión en ventas, que las tiendas online que trabajan con Sequra ya han conseguido.
Dar esta flexibilidad al comprador, de hecho, ya ha conseguido potenciar el ecommerce en otros muchos países. Es ahora cuando muchos creemos que el turno le llega a España, aunque sea desde una posición rezagada, y poder situarla al nivel de otros países como Reino Unido, donde el 20% de la totalidad del comercio ya pasa por internet.